Podría parecer que Kung Fu Panda esté dirigido a los más pequeños de la casa, pero su humor puede llegar a todos los grupos de edades. La película es divertida y frenética, y ha tenido un gran éxito en todo el mundo.
Lo mejor, como no podía ser de otra manera, es el protagonista. Un gordinflón oso panda que sueña con ser un experto del kung fu. De él depende la paz en un pueblo amenazado. En la versión original, el cómico Jack Black le pone la voz, pero en España no nos hemos quedado atrás y Florentino Fernández es el alma del personaje. El caso es que Po tiene mucho entusiasmo, pero nada de disciplina. Su padre, un ganso llamado Ping, raro pero aún seguimos sin saber cómo es posible esta discrepancia biológica, regenta un restaurante de fideos y quiere que su hijo siga sus pasos. Tras un sinfín de calamidades, el maestro Shifu logra averiguar cuál es su punto fuerte: su insaciable apetito.
Aparte de la comedia y la acción, los creadores quieren mostrar a los más pequeños que con esfuerzo todo se puede conseguir en esta vida. La animación es muy limpia y se aprecia un claro homenaje a la cultura oriental. Los cineastas han estudiado a fondo las mejores películas de artes marciales para captar los movimientos que desafían a la gravedad. Una de las mejores películas de animación hechas hasta el momento.
A mí me encantó y por ello os la recomiendo a todos, sea cuál sea vuestra edad. Después tendremos que esperar hasta el 26 de mayo para poder ver la segunda parte Kung Fu Panda 2. Hasta entonces solo podemos disfrutar de la primera parte.
Melisa E. Peña
No hay comentarios:
Publicar un comentario