domingo, 3 de abril de 2011

"La muerte tenía un precio" es mejor que la anterior

Leone repite el esquema de Por un puñado de dólares pero con el doble de presupuesto y consigue superar a su anterior film en todos los sentidos.

La puesta en escena es espléndida y consigue una recreación más lograda y detallada del lejano Oeste. Para esto cuentan con más decorados, mejor vestuario y atrezo. Estos elementos acabarán perfeccionándose por completo en la tercera película, El bueno, el feo y el malo.

Los protagonistas también se nutren de esa mayor complejidad y calidad. Aquí Ramón Rojo se transforma en el Indio, un bandido adicto a la marihuana al que persiguen los fantasmas del pasado. Volonté dota al personaje de una credibilidad asombrosa, levantando un clima de peligro e incertidumbre alrededor que provoca autentico desasosiego.

A su vez, Van Cleef despierta de su letargo interpretativo dando vida al templado coronel Mortimer, mientras que Clint Eastwood retoma su papel del Hombre Sin Nombre, al que aquí llaman “el Manco” porque solo usa la mano derecha para disparar.

Para finalizar la inolvidable banda sonora de esta película que compuso el gran Morricone.

Melisa E. Peña

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