El anuncio de retirada de la carrera electoral de 2012 hecho el pasado sábado por José Luis Rodríguez Zapatero iba a ser motivo de críticas por parte del elegido por el portavoz del PP en el Senado. Efectivamente fue así.
Pío García-Escudero forzó el enfrentamiento durante su intervención y el presidente respondió con la artillería esperada.
Zapatero defendió las primarias en su partido como un ejercicio de democracia, no de lío, y muy lejos del dedazo del expresidente Aznar a Mariano Rajoy que siempre le perseguirá y que nadie ha olvidado aún.
Zapatero defendió las primarias en su partido como un ejercicio de democracia, no de lío, y muy lejos del dedazo del expresidente Aznar a Mariano Rajoy que siempre le perseguirá y que nadie ha olvidado aún.
En los pasillos de la Cámara Alta hubo máxima tensión y también gran expectación. Pero el presidente no comentó nada y prefirió reservarse para su intervención en el hemiciclo, la primera desde el Comité Federal del PSOE y la primera ocasión que tenía para defenderse de los ataques del PP, que desde el primer momento insistió en la convocatoria de elecciones anticipadas.
Melisa E. Peña
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