El bueno, el feo y el malo probablemente sea la mejor de Leone. En ella se puede leer un mensaje acerca de la imposibilidad de racionalizar la violencia y la fatalizad de la guerra.
Todo lo visto en las otras dos películas anteriores se materializa y perfecciona en esta. Los primeros planos son más largos e intensos, la fotografía es excelente, los decorados están cuidados al detalle y las imágenes son más inseparables que nunca de la música de Morricone.
Una vez más Leone acierta totalmente en el reparto. Los personajes de Tuco y Rubio se complementan y forman una pareja muy peculiar. Lamentablemente, el malvado Sentencia, tras su magnífica presentación queda relegado a un segundo plano casi hasta el desenlace. Pero Van Cleef brilla igualmente en su papel, con esa mirada que hiela el infierno y que le va más a su personaje que la imagen paternalista de La muerte tenía un precio.
A pesar de que la película dura dos horas y media, es una de esas películas donde lo que menos preocupa es cuándo acaba. Su visionado es toda una experiencia, os la recomiendo. Al igual que os aconsejo escuchar detenidamente la banda sonora creada por el maestro Morricone.
Melisa E. Peña
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